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El negocio de la venta de comida enfrenta una encrucijada. Aunque los grandes restaurantes de Chicago no podrían reabrir parcialmente sus puertas, porque perderían mucho dinero, piden que haya mayor consideración con los más pequeños, ya que la crisis ha arrasado con sus finanzas y los tiene al borde de la quiebra definitiva.

La Cámara de Comercio Hispana de Illinois (IHCC) alerta sobre una situación extremadamente crítica que afecta a esta industria tan importante para nuestra comunidad.

Mientras el 1 de mayo se permitirá una reapertura gradual de algunos negocios, los propietarios de los restaurantes más famosos de la ciudad dicen que cualquier reapertura a menos de su capacidad total, no les ayudará en nada.

No hay que esperar una mesa o un lugar en el bar en estos días en Old Crow Smokehouse en River North. La mayoría de los empleados están de licencia hasta que puedan volver a abrir el lugar. Y cuando regresen, es probable que sea con un número limitado de clientes, lo que su propietario dice que es un problema.

“Los números indican que no puedes abrir en una capacidad en la que pierdas dinero”, dijo Sam Sánchez, dueño Old Crow Smokehouse, Moe’s Cantina y otros exitosos negocios, además de Vicepresidente de la Asociación de Restaurantes de Illinois.

La situación para la industria es tan complicada que, según algunas estimaciones, casi la mitad de todos los restaurantes en el estado podrían cerrar definitivamente tras la crisis provocada por el Coronavirus.

La IHCC está trabajando con Sánchez y otros líderes de esta industria en Illinois para buscar una solución que garantice su supervivencia.

Hay miles de familias hispanas que dependen de esta industria. No podemos permitir que todo el trabajo que hicimos durante años para ayudar a esta industria fundamental sea borrado por esta crisis, aseguró Jaime di Paulo, Presidente & CEO de la IHCC.

“Estamos trabajando con las autoridades de desarrollo económico del estado y de la Ciudad de Chicago para buscar que los restaurantes, que tantos beneficios generan, reciban ayuda esencial que les permita superar esta situación crítica”, agregó di Paulo.

Hay algunos restaurantes, con décadas de exitosa operación, que han perdido hasta medio millón de dólares mensuales. Están a punto de cerrar sus puertas para siempre.

Sánchez explica que mantiene a algunas personas empleadas en un negocio de recogida y entrega de comida. Pero Old Crow tiene 21,000 pies cuadrados y alberga a más de 800 personas. Con las nuevas normas de distanciamiento social, es probable que solo se permita una fracción de ese número cuando puedan reabrir. Eso no alcanzaría para pagarle a los 75 empleados que tiene en nómina ni para el inventario y el alquiler. Sería una pérdida de dinero mayor a tener que cerrar por tiempo indefinido.

Sanchez instó al Gobierno de Illinos a que permita la apertura de los propietarios de pequeñas empresas que pueden proporcionar de 10 a 15 personas en su restaurante.

“Como propietario de una gran ocupación, estoy dispuesto a esperar hasta que Covid-19 esté bajo control. La seguridad de nuestros empleados y clientes es lo primero. Sin embargo, no hay ninguna razón por la cual las tiendas grandes puedan abrir, operar y brindar servicio a nuestra comunidad, pero a una pequeña taquería, a un puesto de hot dogs y cafeterías no se les pueda dar la misma oportunidad de servir”, dijo Sánchez.

Si no se permite una apertura de pequeños negocios bajo precauciones de seguridad razonables, será imposible devolver trabajos a aquellos que tienen familias que cuidar. Y eso provocará más tragedias que el Coronavirus.

Vea el reportaje completo que sobre el tema hizo el Canal abc7 de Chicago.

Si quieres saber por qué la IHCC está solicitando una regulación de las comisiones cobradas por las apps de entrega de comida a domicilio, haga click aquí.

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