La pandemia de Covid-19 ha traído inmensos desafíos al sector educativo, en Chicago y en todo el mundo. El escenario inédito exigió una reacción rápida y sin precedentes. Más del 90% de los estudiantes (y sus familias, obviamente) sintieron el impacto del cierre de las clases presenciales en nuestra ciudad.
La gran mayoría de nuestras familias latinas en Chicago estuvieron separadas de sus escuelas durante casi un año. El acuerdo entre la Alcaldesa Lori Lightfoot con la Unión de Maestros de Chicago garantiza, finalmente, que tengamos opciones para elegir el aprendizaje en persona para nuestros hijos y hacer un plan que sea mejor para todos.
Esto impulsará también el desarrollo de los pequeños negocios, que necesitan una reactivación para seguir abiertos. Esto llevará a más gente a las calles. Si todos usamos nuestro cubre bocas, mantenemos la distancia social y mantenemos nuestras actividades esenciales, la economía volverá a florecer.
Esta decisión reafirma la solidez y la equidad del plan económico en el que hemos venido trabajando en la Cámara de Comercio Hispana de Illinois con los funcionarios del área económica de la Ciudad de Chicago, ofreciendo la certeza de que el regreso a las escuelas se haga con los mejores protocolos de salud y seguridad posibles.
Estamos de acuerdo con este apoyo adicional a las familias que necesitan hoy más de lo que el aprendizaje remoto puede brindar.
Las escuelas son la gran clave de estrategias para poner fin al gran bloqueo al que nos sometió el Coronavirus. Reabrirlas es una decisión que tendrá positivos impactos en nuestra economía y en el bolsillo de nuestras familias.
Lograr que los estudiantes regresen a la escuela impulsará la economía al permitir que sus padres regresen al trabajo en lugar de quedarse en casa cuidando de sus hijos. Con las escuelas cerradas, la tasa natural de desempleo es más alta.
La carga familiar de tener niños que no van físicamente a la escuela puede ser pesada para muchos pequeños comerciantes, trabajadores independientes y contratistas que, si no salen a diario, no recibirán ingresos para pagar sus gastos más básicos.
La educación remota significó una carga importante para muchos hogares hispanos, porque impactó la oferta de mano de obra, ya que uno de los padres (más a menudo la madre) debió dedicar más tiempo al cuidado de los niños / ayuda con la escolarización.
Pero también tenemos factores de fondo que analizar. Lograr que nuestros estudiantes regresen a la escuela les dotará de habilidades para conseguir mejores trabajos y contribuir más a la economía general en el futuro.
Las escuelas cerradas sólo terminarán reduciendo los ingresos de por vida de los niños de comunidades hispanas, impactando el producto interno bruto de Illinois a largo plazo. Zoom no es un sustituto perfecto de las clases presenciales.
Sin salud nadie puede vivir, pero sin empleo no habrá comida sobre la mesa que nos mantenga vivos. Entre avances y retrocesos, cierres o reaperturas y un “fake news”, necesitamos ayudar a la gente con información veraz y con fundamento científico para que entiendan todo lo importante que hay detrás de que sus niños regresen a clases. Ya se ve la luz al final del túnel. Como siempre digo, de esta crisis saldremos más fortalecidos. La IHCC está aquí para ayudar.