Detrás del éxito de Beepboop, la aplicación tecnológica que está ayudando a miles de profesionales de la salud anglosajones a comunicarse mejor con sus pacientes hispanos, está la increíble historia de Alejandra Molina, una latina, de apenas 23 años, que habla 4 idiomas y vivió en al menos 14 países antes de llegar a Nueva York e intentar dejar su huella en el mundo de los negocios. Hoy promueve también la equidad y la inclusión como valores fundamentales en su empresa.
Beepboop, con apenas un año de creación, experimentó tasas de crecimiento ¡por encima del 60% a la semana durante el verano! En 12 meses alcanzó más de 15,000 registros a sus clases para mejorar su comunicación en español, que hoy por hoy está muy enfocada en atender las necesidades del sector de la salud.
El sistema está basado en lecciones grupales en línea de 25 minutos de duración, centradas en el habla. Cada lección es guiada por un instructor en vivo, en un estilo round robin, donde los estudiantes se mantienen al borde de sus asientos mientras son guiados a través de una serie de ejercicios de pronunciación y retención de memoria cada vez más desafiantes.
El método de enseñanza de los ejercicios en línea de Beepboop está influenciado por el trabajo pedagógico iniciado en Dartmouth College por el profesor John Rassias. Este método, aunque excéntrico para muchos, ha demostrado que hace que los estudiantes se sientan cómodos hablando un nuevo idioma extremadamente rápido.
Alejandra es también una orgullosa alumna de la Incubadora LatinX de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois (IHCC), un selectivo programa donde desarrolló algunas habilidades que le permitieron mejorar su liderazgo al interior de su empresa y también a tener una mejor interacción con posibles inversionistas.
Para nuestro Programa LatinX Incubator es un orgullo ver el rápido desarrollo de Alejandra como emprendedora; ella es una muestra de la importancia de los programas de asistencia técnica diseñados para ayudar a los emprendedores hispanos en el área de la tecnología, donde cada vez hay más oportunidades.
A principios de octubre, Beepboop fue galardonado en el “HealthCare Entrepreneurship Community Challenge”, financiado por la EDA (US Economic Development Administration). Éste reconocimiento ha sido una nueva validación al trabajo de Alejandra y su equipo, que merece contarse en nuestro blog.
Una trotamundos
En Estados Unidos uno sólo dice su primer nombre y su apellido. Pero los latinos, en muchos casos, estamos orgullosos de decir nuestro nombre completo. Por eso Alejandra Aylén Molina Pérez, nacida en 1997 en Lima, Perú.
Criada en colegios de educación bilingüe, desde los 10 años ha desarrollado habilidades especiales en el manejo de los idiomas.
Buscó hacer Bachillerato Internacional 100% en inglés y español especializandose en marketing digital, obteniendo su graduación de secundaria en 2014 con clara inclinación a los negocios.
Alejandra no pierde tiempo. Terminando el bachillerato trabajó en la empresa de su padre, preparándose para viajar a Nueva York donde estudió en el programa Global de Long Island University (LIU GLOBAL), diseñado para aquellos jóvenes dispuestos a hacer un semestre en un país diferente del mundo. Eso la llevó a vivir en España, Marruecos, Alemania, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Nueva York, Austria, Hungría, Bosnia… y 2 años en China.
Su pasión por los idiomas (habla perfecto francés, inglés, español y mandarín) y su interés en el desarrollo de los negocios la llevaron a descubrir el mundo de oportunidades que puede abrir una comunicación fluida.
Las personas quieren conectarse mejor con otras personas y hablarles en su lengua natal, porque saben que eso es lo mejor para alcanzar nuevas oportunidades y concretar negocios”, explica Alejandra.
En Mayo del 2019 se graduó y antes de eso en el 2018 tuvo un pasaje por la Oficina Económica y Comercial de Perú en Shanghai, donde ayudó a muchas empresas de Latinoamérica a ingresar al complicado mercado asiático.
También tuvo la oportunidad de presenciar un “Techstars Start-up Weekend” en Taipéi, donde confirmó que su espíritu emprendedor y su pasión por hablar distintas lenguas necesitaban converger en una empresa.
En Septiembre de 2019, tras conocer en “Start-up Weekend” en Nueva York a Devon Saliga, un ejecutivo de la banca de inversiones tan apasionado por los idiomas como ella, lograron concretar el lanzamiento de Beepboop.
Humanizar la educación de idiomas
En Beepboop se proponen, nada más y nada menos, que humanizar la educación de idiomas en línea.
Ellos están convencidos de que la educación de calidad dirigida por humanos es la forma más rápida de alcanzar la fluidez oral. Por eso crearon la plataforma tecnológica que le permite acceso a todos los que quieran hablar bien y rápido en otra lengua.
Los estudios previos le enseñaron a Devon y Alejandra que el español era una gran barrera para muchos profesionales de la salud en Estados Unidos. Médicos, enfermeras, paramédicos y personal de apoyo no tiene tiempo para aprender todo sobre un idioma. Sólo buscan aprender lo que te interesa, que en ese caso es comunicarse mejor con los pacientes que no hablan inglés.
De hecho, la investigación de mercado demostró que la enorme mayoría de los pacientes que sólo hablan español están en desventaja y reciben una menor calidad de servicio médico en Estados Unidos, ya que muchos médicos y enfermeras no saben nuestro idioma.
Las clases de Beepboop empiezan cada 30 minutos y siempre hay oportunidad de conectarse, demostrando que la enseñanza de los idiomas es buena cuando realmente le enseñas a las personas a comunicarse en lo que les interesa.
“Queremos que nuestros estudiantes se liberen de las inhibiciones y puedan enfocarse en hablar, en tiempo récord, sobre lo que a ellos les interesa”, explica Alejandra.
Su experiencia en Latinx Incubator
Alejandra Molina participó en el último grupo de emprendedores de la Incubadora LatinX, de la IHCC.
“Me encantaron fundamentalmente todas las sesiones sobre estrategia pensadas en aquellos que somos fundadores; pudimos trabajar en grupos pequeños y sentirnos parte de una misma comunidad, con intereses comunes, ya que la mayoría de los que participan son latinos y fundadores de empresas”, explica Alejandra.
Ella entiende que su participación en el programa LatinX Incubator fue muy importante para darse cuenta de cómo liderar una empresa en Estados Unidos.
“Nos enfocamos mucho en entender cómo manejar las relaciones con los inversionistas y aprendimos a aprovechar las lecciones para no dejar que los estereotipos dominen las conversaciones de negocio y así podamos validar de una mejor manera cada proyecto”, dijo Alejandra.
Reconoció que la experiencia en LatinX Incubator le ha abierto puertas y quiso tener un reconocimiento especial con Liana Bran, directora del programa, a quién Alejandra destaca por haberle enseñado a conectarse con el grupo, a tener una agenda más ordenada y a aprovechar el tiempo de una manera eficiente.
Dejar su huella
Alejandra no está solo preocupada por hacer dinero. “El revenue es una consecuencia del trabajo bien hecho, pero a nosotros nos interesa también dejar huella”, explica.
Los socios están enfocados en tener una empresa diversa e inclusiva, que genere oportunidades de trabajo para minorías.
Por eso casi todos los profesores que hoy integran la plantilla de Beepboop son mujeres latinas.
“Soy mujer latina y quiero crear más oportunidades para las latinas”, dice Alejandra que, a sus 23 años, tiene la madurez y la preparación para brillar en el complejo universo de las start-ups.
Como Buzz Lightyear, ella está lista para ir hasta el infinito y más allá.